También Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas. (1 Pedro 2:21)
Jesús nos dio el ejemplo supremo del sufrimiento. La palabra griega traducida “ejemplo” se refiere a un modelo que se coloca debajo de un pedazo de papel para ser trazado. Al igual que los niños que aprenden sus letras trazando en un papel sobre un modelo, nosotros debemos trazar nuestra vida según el modelo que Cristo nos dejó.
Copiamos su modelo al seguir “sus pisadas”. Debemos seguir las pisadas de Cristo porque Él anduvo por la senda recta. Fue también una senda de injusto sufrimiento, que es parte de la senda de justicia. Algunos sufren más que otros, pero si verdaderamente usted quiere seguir a Cristo, practicará siguiendo su ejemplo.